Lo miró, con sus ojos viejos y cansados. Lo miró por última vez y vio en él a un pedazo de hombre. Solo era un niño, un pequeño con ínfulas de héroe. Lo encontró tan desprovisto de todo, tan a merced de una suerte ya esquiva, que sintió lástima por él. Aquel jovencillo travieso solo había querido llamar la atención con sus mataperradas, pero estas habían causado ya, muchos disturbios. Así que al Capitan Garfio no le quedó más remedio que apretar el gatillo, y con esto, todo el país del Nunca Jamás se vio envuelto en llamas.
jueves, setiembre 28, 2006
Pum Pan
Publicadas por Unknown a la/s 9:25 p. m. 4 comentarios
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